Saturday, June 30, 2007

Las 10 peores películas no-pornográficas vistas por Agustín:
Entre muchas de mis excentricidades neurótico-obsesivas, tengo la costumbre de anotar y dar puntaje a cada película que alquilo en cinemateca. Recientemente, revisando mi cuaderno de Psicología evolutiva que oficiaba de granarchivo de todas las películas que vi, me di cuenta de que la película que más alquilé en los últimos dos años es precisamente, la peor película que vi en mi vida. Es así que, llamándome la atención, se me ocurrió hacer una lista de las diez peores películas que he y seguramente habré visto en mi vida (sin contar las pornográficas por supuesto, ya que en esta categoría sería competencia deslean por la ya preconsabida deficiencia o inexistencia actoral y dramática.
Bueno, aquí les va la lista, ejemplos claros del celuloide usado como papel higiénico (no lo prueben, paspa mucho).Y me estoy olvidando cualquier película que actúe, se mencione o siquiera se presuponga la existencia de Shaquille O’Neal (Shazzam, por dios!), La pasión de Cristo, Not another date movie, Battlefield Earth, todas las películas en que actuó Madonna, Pearl Harbour y secuelas infames como Mi pobre angelito IV, Mi primer beso II (cómo es posible?, digo, el beso ya lo dio en la primera), Bajos instintos II, Juegos sexuales III, etc. Estas irán incluídas posiblemente para un segundo conteo.

10-Soccer movies (todas y cada una incluida en la misma categoría)
Representan todo lo que odio en el mundo, las odio apenas un poco menos que a Pastor Oviedo. Esta primera elección se hace en criterios generales, ya que todas las películas yanquis de fútbol (léase soccer) son indiferentemente aberrantes. Es que uno ve esas películas y se da cuenta de que realmente no saben absolutamente nada de fútbol. Vemos primeros planos de piernas musculosas haciendo jugadas que nunca podrían hacer esos niños fofos, pecosos y con problemas psicomotrices, vemos charlas de directores técnicos diciendo que si luchan por sus sueños terminarán haciéndose realidad, esquemas tácticos que hacen parecer a un equipo de baby fútbol la naranja mecánica del 74’, y sobre todo, un orgullo estadounidense etnocéntrico que cree poder abarcar cualquier deporte, sin importar cuan ajenos estén cultural y metodológicamente de él. Una atrocidad.
La única que se salva es “Victory”, esa película inspirada en un hecho real basado en el paritdo entre el Bayer Munich y el ejército de ocupación nazi, por el simple hecho de contar con el absurdo de tener a Silvester Stallone y Pelé jugando en un mismo equipo.

9-Psycho (nueva versión de Gus Van Zandt)
La idea es esta: Vamos a hacer un remake de Psicosis de Hitchcok, pero no va a ser cualquier remake, vamos a hacer uno exactamente igual, toda la trama, cada parlamento, y cada escena, para hacer un remake cuya originalidad radique en ser el primero en no cambiar absolutamente nada de lo que quedó del primer film. Hasta habría sido más interesante un refrito hecho por Steven Seagal en el papel de Anthony Perkins.


8-La espera (Aldo Garay)
Nunca vi el Chevrolet, por lo que tengo entendido dobla a esta película en lo malo y deprimente. Recuerdo haber ido a ver esta película con un amigo en el cenit de toda aquella locura generada por el cine nacional que emergió después del éxito de 25 watts. Realmente hubiera sido interesante documentar cómo nuestros rostros se contraían a medida que pasaba el film. La película es sobre una tipa que vive con su madre, a la cual tiene que cuidar diligentemente, ya que ésta esta en un estado de salud en extremo delicado. A la depresiva cotidianeidad de la mina se le suma un amor muy montevidianamente gris y unas cartas misteriosas de un hombre que la insta de dejar a su madre para juntarse con él. La película se hilvana alrededor de un impulso matricida reprimido, la visión de una vida que se le escurre como arena entre las manos mientras le limpia los pañales a la vieja (no en sentido figurado, realmente vemos cómo le lava los pañales). Definitivamente hay películas peores y no he leído el libro escrito por Henry Trujillo del cual se adaptó el film. La mención en esta lista está fundada más bien en lo que representa esta película para mí: la antigua noción de que para hacer cine de calidad tiene que ser serio y deprimente, intentar mostrar en cada toma la mayor porción de menoscabo posible, sobreexplotar lo gris de nuestra supuesta esencia uruguaya, ahondar en mensajes sin rumbo, en fin, esforzarse en convertir los films en la anti-postal de la condición uruguaya. Toda la estética resuma esa decadencia gratuita y es autoindulgente en toda la mierda en que nada. Sigue la línea de películas como Alma Mater y El dirigible, que se ve en ellas el intento de ser la película uruguaya y tomarse las cosas demasiado en serio. Extrañamos tanto a Rebella.

7-The Cure for insomnia (John Henry Timmis IV)
Esta película no ocupa el primer lugar por una simple razón: Sólo mediante un extenuante esfuerzo intelectual podría considerársela una película. Antes de que salten todos los defensores del dadaísmo con sus cisnes cubiertos con miel en mano, les digo que nunca pude terminar de ver esta película, y realmente dudo que alguien lo haya hecho alguna vez en la historia. Y saben por qué? Bueno, la película dura 87 horas y no tiene ningún nexo lógico posible. Simplemente son imágenes de videoclips de heavy metal y escenas pornográficas, mientras un tipo recita un poema interminable. Yo sé, Bretón, Picabia, Duchamp, yo los entiendo, pero hay momentos en que la cosa se nos va de las manos. Sí, también te entendía a vos, Warhol cuando hiciste Sleep, filmando cinco horas a tu amante mientras dormía, o como cuando hiciste Empire filmando al Emprire State Building por incluso más tiempo, pero acá sí nos fuimos al carajo. Es como si el director se hubiera esmerado en romper un record que nadie pudiese (ni interesase) romper jamás, una idea no muy diferente de aquellos pueblos gallegos que se juntan para hacer esos esfuerzos absurdos por lograr construir la bufanda más larga o la réplica en queso de la cara de Emilio Aragón más grande del mundo. Hay veces que nos vamos al carajo. En serio.

6-Glen or Glenda (Ed Woods)
Imagínense a Ed Woods, con lo desastroso que ya es haciendo filmes de ciencia ficción, intentando hacer un drama supuestamente serio, que verse sobre un cambio en el rumbo de las opciones sexuales de un hombre de clase media. Incluimos esta mención del conocido peor director de toda la historia por ser de esos hermosos casos de pretensión de seriedad errándole en todos los parámetros posibles.
Nota al pie de página: la historia tenía bastante de autobiográfico, ya que, según tengo entendido, Ed Woods tenía ciertas inclinaciones hacia el travestismo .Aquí el trailer del film

5-JAWS IV, The Revange (Joseph Sargent)
Sin dudas, la peor secuela que se hizo y se hará en la historia del cine. El concepto es más o menos el mismo, un tiburón de proporciones monstruosas se divierte sembrando terror y amputaciones por las playas, mientras que hay un tipo que la tiene re clara y le da caza al final de la película. Ahora lo increíble es esto: En los otros Jaws, al menos el escualo era un animal en sí, mataba por alimentarse o por defender su territorio. Ahora el tiburón mata por… venganza!!!. Sí, como si fuera Charles Bronson jurando defender el amor de su familia muerta rociada por NAPALM, el tiburón mantiene un vínculo subliminal con los victimarios de los anteriores escualos y es capaz de localizar a estos desde Bahamas hasta Nueva York, como si fuera un matón de la mafia siguiendo precisas instrucciones de Vito Corleone. Posiblemente, de haberse avivado estas personas y no aventurarse en el mar, el director habría encontrado una forma para hacer que el tiburón también se transportara por tierra. Además el tiburón puede saltar del agua varios metros y morfarse un helicóptero, como si fuera un delfín hecho a escala 33:1. Y lo que corona todo el film son los bramidos del tiburón, como si dejara de ser un tiburón blanco y se tomaran el concepto de tiburón tigre demasiado literalmente. Podría estar enumerando millones de detalles oceanográficos que harían que Jeaques Costeau emergiera de su tumba y fuera la ESSO más cercana para rociarse con gasolina y terminar cremando su cuerpo, pero creo que con esto basta por hoy. Ah, y actúa Michael Cane, dios sabrá por qué.
De yapa, la escena del banana boat

4-Mi amigo Mac (Stewart Raffill)
Vi esta película para niños a la temprana edad de cinco años. Por alguna razón recuerdo salir del cine Trocadero (antes de la obscena metamorfosis del mismo en un centro evangélico) y decirle a mi padre que no me había gustado la película porque le habían copiado a E.T. Veamos entonces, ¿qué edad tenía? Cinco… bien… ¿cómo es que yo me di cuenta y no Steven Spielberg? Capaz que estaba demasiado preocupado pensando en dinosaurios y nuevas tramas edulcoradas para hacernos llorar, pero no entiendo realmente cómo no le metió una demanda tan grande como para dejarlos a los creadores del film en déficit por esta vida y tres otras más. Porque digamos que… era dinero fácil. La historia es sobre un simpático extraterrestre que es dejado accidentalmente por su familia (se ve que la preocupación maternal primaria no es algo que caracterice particularmente a los extraterrestres) y que conoce a Eric, un niño que por supuesto adopta a su simpático amigo y que por supuesto a pesar de ser sólo un niño y además paralítico logra burlar a la CIA y al FBI en su afán por lograr que Mac encuentre a su familia. Más allá de la redundancia de andar explicando las similitudes, hay otros aspectos muy sospechosos en el film. Si a uno le parece que en “Back to the future” se abusa de los chivos, tendría que volver a ver este film e inventar un nuevo sustantivo para los mismos. Parecería que la película fuese un solo aviso ambulante (algo parecido a lo que hace Axe con el misógino y estúpido “City Hunters”). Pongamos un ejemplo: nuestro amiguito Mac tiene que comer hamburguesas de Mac Donalds y beber Coca Cola para sobrevivir, si no se debilita (o se derrite, no me acuerdo). Y nos preguntamos por qué en Estado Unidos hay uno de los mayores índices de obesidad (¿tendrá algo que ver el nombre del extraterrestre con la multinacional reina de la comida rápida?). Y si todavía tienen dudas, acá está el número del baile de Mac en un Mc Donalds, posiblemente la ESCENA MAS ESTUPIDA, INFAME, BLASFEMA E INNECESARIA EN LA HISTORIA DEL CINE Y POSIBLEMENTE DE LA CIVILIZACION.
Además de este hecho, Mac y más que nada sus padres extraterrestres, son tan toscamente animados que la idea de hacer un casting del niño feo en uno de esos pueblos rednecks y ponerlo en el film hubiese sido una mejor idea (al menos, se vería más real). Para coronar este espantoso film, vemos que tiene todos los clichés ochentosos que puede haber, es una pequeña estampa de esa época, sólo menos diáfana que la película “Secretaria Ejecutiva”, que reúne todos y cada uno de los ideales yuppies de la época.

3-Plan 9 from outer space (Ed Woods)
Tenía pensado no incluir esta película en el conteo por el simple hecho de que ya se ha hablado demasiado sobre ella y de cierto modo, se ha convertido en la mejor peor película de todos los tiempos. Ed Woods realmente no debía pensar nunca en lo que hacía, es decir, qué otra persona podría haber resuelto la ecuación imposible de incluir en una misma película extraterrestres, muertos vivos y Bela Lugosi. Y además de todo esto, se le suma uno de esos mensajes finales acartonados y pretenciosos tan clásicos del cine Ed Woods, una advertencia sobre el posible potencial destructivo de la sociedad para sí misma. Me quedé sin palabras, ya se dijo demasiado sobre este film. Los dejo nada más con una imagen de Tor Johnson, tipo ídolo si los hay.

2-Dreamcatcher (Lawrence Kasdan)
Exceptuando la genial The Shining de Stanley Kubrick, siempre creí que el problema con las adaptaciones de las películas de Stephen King caía en la culpa de malévolos empresarios que querían hacer dinero con el digno trabajo de un escritor que veía cómo le daban vuelta todos sus plots o pequeños detalles fundamentales (por ejemplo, creo que en la original Misery no se le quiebra los tobillos con un martillazo al protagonista, sino que directamente se los amputa). Luego me fui dando cuenta, más allá de la literatura algo efectista de este, que había un problema en los plots que daban a suponer que el tipo se estaba quedando sin ideas (y comenzaba a preguntarme si realmente alguna vez las tuvo, vean acá, este genial chiste de Padre de Familia).
Y entonces aparece Dreamcatcher y no sólo me da la razón de todo esto, sino que mucho más. Imagínense este patchwork (más terraja que la peor prenda de ropa que haya usado la más loca de tus tías en los 80’), la película es a la vez:
a)una película melancólica y existencial de varios amigos recordando su juventud en un bosque cubierto por la nieve
b)una película que señala una serie de poderes ocultos y respectivos (cual x-men) que se le otorga a cada uno de estos amigos por haber defendido en sus años mozos a un niño con claro perfil autista.
c)una monster movie clase b con unas larvas gigantes que se expulsan analmente (entre muchos pedos que son supuestos de causar risa al espectador)
d)una película de ciencia ficción, en donde se disputan cual power rangers dos fuerzas extraterrestres en el medio del bosque, descubriendo que una de estas entidades era precisamente el niño autista que conocieron en su infancia.
Bueno, eso nada más, se lo dejo para que piensen

1-Plenilunio (Ricardo Islas)
En realidad este film va en representación de todo el resto de la filmografía de Ricardo Islas, ya que si nos pusiéramos estrictos, ocuparía los primeros cinco lugares del conteo (La trampa, Rumbo a la oscuridad, Posesión y Night Fangs). Es de esos casos en donde uno se pregunta realmente ¿en qué estaba pensando? No sé quien empezó el rumor de que era el John Carpenter uruguayo, pero la sola posibilidad de tal premisa nos permitiría tranquilamante proponer eliminar el idioma español como medida sanitaria para que no se vuelva a decir una aberración semejante. No sólo Islas se dedica a escribir, filmar, proto-producir y dirigir sus films, sino que también actúa en ellos, generalmente haciendo papeles en donde queda como una especie de Morgan Freeman coloniense con mucha experiencia en monstruos y afines, o sino en un don juan del futuro (imborrable es su papel en Rumbo a la Oscuridad, una especie de Neo que monta, gabardina al viento, una moto zanella).
La película en cuestión no sale de lo archi-recontra-super-duper-conocido:
hombre lobo--->niños--->hombre lobo mata a personas--->niños mata a hombre lobo---niños héroes.
Sin embargo, lo que supera todo en sí es la ejecución del mismo. Hay dos problemas fundamentales. El primero, es el alargamiento del film con escenas completamente inconexas o que aportan poco y nada. (De la nada saltás a una escena en que el grupo de niños aparecen en la Help Disco de la nada, como si a Ricardo Islas no le hubiese importado el ritmo, la tensión o el hecho mismo de que son niños y se lanzó desaforadamente a uno de los chivos menos sutiles en la historia del cine). El segundo y más importante (y emocionante) problema: no ser conciente de sus limitaciones. Nunca me imaginé que el tipo querría, con el obviamente escaso presupuesto tipo uruguayo, realmente poder llevar a escena un hombre lobo. En vez de apelar a la imaginación cómplice del espectador, recurre a uno de los más ridículos y hasta tiernos intentos de lograr una criatura en la pantalla: un hombre lobo hecho de guata. Tooooodo anda mal con el lobo: sus dientes hechos de tela blanca y roja, un hocico de polifón que se agita mientras corre, la caída al vacío de este licántropo que por su tamaño debería pesar doscientos kilos y que en cambio cae como si fuera una manta arrojada al aire), los gritos mecánicos una y otra vez, pero sobre todo la guata, esa guata blanca y límpida como la inocencia de Islas al hacer el film.
Y con todo esto, sin embargo, hay un momento en que al ver la película por quinta vez comenzás a tenerle aprecio al tipo. Hay algo completamente estúpido, algo ingenuo que se comienza a gestar entre uno, Islas y los demás que ven el film. Uno está viéndolo y sabe que ese momento es mágico, sabe que difícilmente se logrará algo tan espantoso y al menos uno está agradecido de poder verlo con quienes quiere (u odia, el resultado viene bien de las dos maneras). Ya prácticamente sabemos los diálogos, sabemos las reacciones, Islas se convierte en otro producto de consumo de cultura pop, Islas es un trademark, un sentimiento. Y sabemos que seguirá siendo el mismo, porque ahora hace films en Estados Unidos con un much higher budget y el tipo sigue deleitándose con estas espantosas, realmente horrendas películas. El tipo no se vende, nunca te va a hacer una Stalker, el tipo sabe cual es su destino en este mundo. Y así llegamos a donde empezamos, revisando la lista de las películas que he alquilado en cinemateca, en el puesto número uno, sola, solita, con siete rentas, se encuentra Plenilunio. Ahí es que me doy cuenta de que quizás Ricardo Islas sí se hizo un lugar en la historia del cine uruguayo, pero muy probablemente un lugar más parecido a el que ocupa Ed Woods que el de John Carpenter. Y el fango es el límite.

Monday, June 25, 2007

Megalomaniando: los 8 futuros (im)posibles de Agustín.
Yendo a psicólogo, el tema del futuro y qué voy a hacer con mi vida aparece una y otra vez, como si fuera el cable pelado de una licuadora que hace saltar la térmica, dejándome en esos silencios tan densos que emergen cuando se apaga una televisión de golpe. Cursando cuarto de psicología ya, día a día veo a muchos psicólogos que me rodean (no el mío, con el que estoy muy conforme, dicho sea de paso) y cada vez la sola idea de metamorfosearme en esos seres que hablan cada vez más bajito, que se visten de saco y que van a Buen día Uruguay para explicarnos por qué se nos enferma el nene me rechina por completo.
La decisión de ser psicólogo fue una elección salomónica ante mis deseos de ser escritor (no podía decirle a mis padres “familia, me voy a un altillo en París para escribir la nueva novela del milenio"), pero por momentos pienso qué realmente me gustaría ser en el futuro, independientemente de las probabilidades.
Bueno, como forma de ordenar mis pensamientos, y porque soñar es gratis, he aquí mis 8 destinos favoritos:

1-Frontman de una banda de culto bastante arty y psicodélica con influencias de Sonic Youth, GY!BE, Can, The Fall y The Mars Volta. Las letras serían parecidas a las de Thurston Moore, una aleación solidísima entre citas de la alta cultura (tenía ciertos nombres de canciones pensados: Montevideo, después de la lluvia [en referencia al cuadro de Max Ernst], Neal Cassady, Der himmel uber berlin [película de Wim Wenders]) y elementos de la cultura popular, como lo hace Tussi en las letras de La hermana menor. En las presentaciones en vivo, haríamos temas de 25 minutos con varios movimientos e interludios tan psicodélicos como los de Acid Mothers Temple (pero ojo, sin convertirnos a la música progresiva). Usaríamos bastante el pedal Big Muff. Én algún tema de nuestro tercer disco cantaría con Pedro Dalton como special guest.
Posibilidades de concreción: Prácticamente nulas, Dios sabe que soy un mediocre cantante y pésimo guitarrista, además del hecho de que sería bastante difícil encontrar a músicos dispuestos a bancarse mi despotismo.

2-Escritor under de culto (sea lo que ello signifique). Principalmente escribiría novelas, aunque de vez en cuando me arrimaría a la senda de la lírica. Nunca aparecería presentando mi libro en Bien Despiertos aún pudiendo mantener un grupo de fieles lectores (el hecho de leerme sería suficiente razón para ser amigos entre ellos). En algún momento de mi carrera literaria, el gobierno intentaría de darme un premio y yo me negaría, como cereza de la torta en el status de escritor fuera de los cánones tradicionales.
Posibilidades de concreción: Si bien ya he escrito una novela, la idea de poder llegar a mover algo en el aletargadísimo mercado literario uruguayo resulta una idea algo descabellada.

3-Crítico de revista independiente (puede ser de cine o música) que se caga en la Rolling Stone, pero aún así tiene una cantidad de ventas que le puede hacer frente.
Posibilidad de concreción: Ya estamos con la revista Dodo y sí, nos cagamos en la Rolling Stone, aunque sólo que vendemos 50 ejemplares por número (y a $10, cuando nos sale $9,80 imprimirlos)

4-Director y guionista de Cine. Haría películas muy uruguayas, pero quitándole lo aburridamente conceptual, lo demagógicamente costumbrista, lo gratuitamente deprimente, lo berretamente pretencioso y lo acartonadamente actuado (como el travesti de Alma Mater). Los cinéfilos ante ciertas situaciones (por ejemplo, un payaso de semáforo se agarra a las piñas con algún diputado vestido de jogging) dirían, “bo, esta es una situación re Acevedo Kanopa”. Por más que me pasara todo el tiempo en Cinemateca, nunca andaría usando bufanda, lentes de armazón negro y pins de la Naranja mecánica o The Rocky Horror Picture Show.
Posibilidades de concreción: Bastante pocas, me falta el entusiasmo para cursar cuatro años en la Escuela de Cine y si me parece bajoneante la poca financiación en el ámbito literario, me imagino la mega depresión que me vendría al tratar de hacer films más o menos decentes (a no ser que quisiera seguir la línea de Ricardo Islas)

5-Conductor de radio en donde tengo la completa libertad de poner la música que quiera, por el tiempo que quiera y cuantas veces quiera. Es decir, poder poner la esquizofrenizante Frankie Teardrop de Suicide, The Telescopes o todo el Unknown pleasures sin que alguien me diga “che poné algo menos bajoneante”. Me pagarían por algo que hago a diario en mi casa sin recibir un solo peso.
Posibilidades de concreción: Muy bajas, aún más habiendo tenido cierta oportunidad de agarrar un programa de radio y convertir a mi contacto en mi psicólogo.

6-Productor de música. Sueño de todo músico frustrado, al menos poder poner mis ideas en tipos que realmente sepan tocar sus instrumentos. Eventualmente hacer un propio sello que se mueva fuera del mainstream y se convierta en un mismo movimiento musical.
Posibilidades de concreción: Si bien ya oficié de pseudo productor, la posibilidad de llevar el proyecto fuera del grupo de mis amigos resulta bastante improbable.

7-Diseñador de ropa heterosexual. Sí, me gustaría diseñar ropa, ¿y qué?.
Posibilidades de concreción: Nulas, creo que tengo más habilidades con las tijeras como medio de defensa personal que como diseñador textil.

8-Tener mi propio boliche, gestor de una nueva movida musical o artística (puede copiar desde el modelo de la CBGB, a el uruguayo Juntacadáveres o el Cabaret Voltaire [no el uruguayo, sino el suizo donde se juntaban Bretón, Picabia y los demás dadaístas]). Nombre sugerido por Santiago: Bar Bukowski
Posibilidades de concreción: no tan descabellada como las otras, aunque faltaría dinero y nunca se sabe qué público termina uno atrayendo (por ahí, se termina convirtiendo en un boliche de música ranchera dark peruano)




(Hay que pensar dos veces lo que uno desea)

Sunday, June 17, 2007

La lista platónica de Agustín

Últimamente en otros blogs me han acusado de misógino, aspecto del que me separo completamente por ser un fiel defensor del feminismo y todas esas pelotudeces, pero por sobre todo por los muchos amores platónicos que tuve en el cine, en la literatura, música y el arte en general. He aquí una breve lista de las mujeres más bellas (como verán en un amplio sentido del término), que aunque es sincera, creo que no llegará a redimirme de tales calificativos.
Como una especie de nota al pie de página, me gustaría decir que no necesariamente habla de las mujeres más bellas como abordaje objetivo o anatómico, sino que entran muchas cosas más en juego (de ser de la otra manera, habrían entrado sin lugar a dudas Monica Belucci, Elizabeth Hurley, Claire Forlani, Adriana Lima, Bardot, Sabrina Rojas, etc., etc. etc.). Con cada una viene adjuntado un pequeño videito

Claudia Cardinale
La primera vez que vi a Claudia Cardinale fue en esa relativamente breve aparición suya de “Fellini 8 y 1/2” como musa inspiradora de Marcello Mastroiani (y muy probablemente también del director italiano). Fueron necesarios unos pocos diálogos, Claudia estaba esperando al director mientras tomaba el sol en una especie de patio. Sólo fue necesario eso para que decidiera desde aquel mismo instante, que aquella italiana fue la mujer más bella que haya pisado y que pisaría la tierra, por lo menos mientras que las mujeres tengan la misma disposición anatómica que ahora. Es probablemente por esto que la menciono en primer lugar, ocupando la categoría de belleza en estado puro, sin destilar, independiente de la calidad artística, la onda, el equipo que sea hincha o cualquier viaje mío. Es un intento de ocupar la dimensión más objetiva de la lista, ya que podrán debatirme sobre cualquier otra mujer que aparezca en esta, pero reto a duelo a quien ose debatirme con respecto a la inclusión de esta actriz en la misma. El problema con Cardinale es que, a no ser por la primera película mencionada, su belleza termina opacándome cualquier trama y desdibujándomela a tal punto que sólo logro recordar breves retazos. La vi en Fitzcarraldo, La Viaccia (haciendo que cualquier mujer aristócrata sienta envidia por esa hermosa puttana), Il bello Antonio y muchas otras más y realmente sólo puedo sacar en limpio los momentos en que ella entra en escena (por ejemplo de “Il Gatopardo” sólo recuerdo la escena final en que ella baila con Burt Lancaster [gran nombre], lo demás se encuentra bastante difuminado -¿era algo de los anarquistas en Italia?). De esas actrices que de incluso tratarse de una película de Tarkovski se permitiría hacer FF hasta verla en escena.
http://www.youtube.com/watch?v=65A-4Ef4-N0

La Maga (creación de Julio Cortázar)
Meta-mujer que representó por la época que leí Rayuela al ideal máximo de fémina, intentado encontrar encarnado en las personas que había a mi alrededor. Por mucho tiempo busqué a La Maga, pero mi búsqueda corrió el mismo destino que el de Oliveira (aunque afortunadamente no me arrojé desde mi balcón al vacío). Tiempo después me pregunté quién es específicamente La Maga y tampoco me lo pude contestar. Quizás debería representar como aquel acceso a la esencia de las cosas más allá de las palabras, aquella mujer que dejaba en bolas a cualquier integrante snob del club de la serpiente sin siquiera proponérselo. Tenía como aquella esencia de señalar las cosas en vez de llamarlas por su nombre, en fin, algo que no podría sintetizar en un simple post y que no podrán llegar a entender si no leen Rayuela.
En fin, ocupa la categoría de mujer metafísica dentro de la lista, basta escuchar el capítulo 7 de rayuela acá: http://www.youtube.com/watch?v=UvQOzyVW5JQ

Jean Seberg
Siempre me había preguntado por qué hay tan pocas películas de Jean Seberg por la vuelta, y siempre tomé la ligera solución de culpar a Cinemateca o a esa tergiversación impúdica al castellanizar los títulos al punto de hacerlos imposibles de encontrar (esa extraña pasión que se tiene por títulos con adjetivos como “furia”, “mortal”, “peligro”, “amor”, y “locademia”[sustantivo]). En fin, no hace mucho estaba buscando más fotografías de esta bellísima actriz (de las más finas y bellas que hay), cuando me enteré de su tumultuosa vida y su trágico fin, tan diferente de aquella angelical mujer de pelo corto a la que oía gritar “New York Herald tribune!” en “A bout de Soufflé”. Es interesante leer sobre ella y descubrir su pasional y autodestructivo temperamento, ver cómo un rostro dulce puede ocultar todo un infierno detrás. Había leído que ella encarnaba a la mujer moderna en aquella época y si uno ve aquel film de Godard la ve moderna, moderna aún hoy en día, y quizás fue esa misma modernidad la que llevó a su trágico final. Hace un tiempo me enteré que Carlos Fuentes fue pareja de ella. Curiosamente tuve la oportunidad de hablar (sólo un poco) con él en Guadalajara, pero ahora pienso que de tener una nueva oportunidad, no le preguntaría nada de su literatura, y le pediría que me contara como fue aquella corta vida con ella.
Murió a los cuarenta. Una dimensión trágica de la perfección. Nos regaló su belleza y no le permitió al tiempo demostrar lo contrario. Como dice Nick Cave en Murder Ballads, “All the beauty must die”
Tributo: http://www.youtube.com/watch?v=HND9sQQOyhE


Juliette Binoche
En reflexiones de otoño había dicho “extraño cariño el que le tengo a Juliette Binoche, la siento como un pariente que vive en el exterior y que me visita cada vez que veo una de sus películas”. Creo haber sintetizado de manera bastante lograda lo que siento por esta actriz. La he visto ser una cocinera en Chocolate, una mujer posiblemente infiel en Caché, una viuda reciente en Bleu y una clochard en Los amates de Pont Neuf, y en todos los papeles mi cariño no cambia, realmente la quiero, pero como si fuera un pariente o de esas amigas que se convierten en hermanas por una especie de pacto no escrito en la cotidianeidad y sinceridad. Podría interpretar a una oficial nazi que gusta de violar niños ciegos e igual le seguiría teniendo el mismo cariño.
Especial es verla en los Amantes de Pont Neuf, una película que además de contar con su excelente actuación, es brillante por sí misma, logrando como nunca antes vi, enmarcar un amor entre dos clochards desde un punto de vista propio y genuino, evitando aquella extrapolación de las costumbres de la clase media en la cotidianeidad de los desposeídos que tanto se suele ver en el cine y literatura.
J.B en el Actor’s Studio: http://www.youtube.com/watch?v=oqy0iJcxhDU

Kim Gordon
Para los que pensaban que esta lista se basaba fundamentalmente en lo físico tendrán que quebrar una lanza por mí al ver que en la misma se encuentra Kim Gordon. Más allá de las afinidades musicales, es un hecho más o menos objetivo que la bajista de la juventud sónica no se enmarca precisamente dentro de los cánones estéticos de nuestra actualidad (y quizás de ninguna otra). Su vejez es mucho más notoria que la de su esposo Thurston Moore (el cual, precisamente lo contrario, parece salido de una cámara criogénica), ciertos problemas de alimentación han deteriorado su físico y hay una cierta cualidad hombruna en sus facciones que no se asemeja mucho a mi ideal estético de mujer, y sin embargo hay algo tremendamente cautivante en su presentación. De cierta forma, aquella imagen que hice de ella cuando Sonic Youth no era para mí más que una banda que conocía y escuchaba a través de mis descargas masivas por el e-mule, no cambió a pesar de las varias fotos, entrevistas, videoclips y toques que he visto desde entonces. Su forma de cantar desproija y extasiada, así como sus letras honestas y por momentos también crípticas, siempre me parecieron sumamente sexys, y sobre todo su labor histriónica en temas como Pacific Coast Highway y Beauty lies in the eye. Ella se permite ser sexual sin la necesidad de seducir, derriba toda norma de lo que es masculino y femenino, hablando de sexo pero no de una manera pensadamente escandalizante como Madonna, ni encuadrándolo dentro de un marco naive morboso como todas las cantantes teen pop sucedáneas, sino de una manera tan honesta, cruda y particular como la vida misma.
Kim Gordon, Kool Thing: http://www.youtube.com/watch?v=lAaTOTV3Rg4

Fiona Apple/Cat Power
La primera vez que vi a la Señora Manzana fue cuando hizo ese famoso discurso en los Mtv Video Music Awards, puteando a Mtv y los medios como erróneo diseñador de imagen de lo que debe ser la juventud. Más allá de que hoy pienso que no fue bastante acertado (es decir, para eso no siquiera se hubiera presentado a la premiación y le quedaba un statement más redondo), en aquel entonces yo era un púber y aquella presentación tan inesperada y jugada me compró por completo. Por su parte, lo de Cat Power (Chan Marshal) es diferente, habiéndome llegado la música antes que la imagen (Dear sir: disco muy recomendable). Después, excavando la wikipedia y otras resources me enteré de que su vida por la vereda de enfrente del mainstream está plagada de desafortunados incidentes, cancelaciones de shows, alcohol, drogas, e incluso internación psiquiátrica. De cierto modo, arbitrariamente las coloco a ambas mujeres en una bina por el hecho de representar a mujeres que producen un trabajo sincero y honesto (desde las letras desgarradoramente personales de Apple como esa voz angelical y a la vez cansada de Cat Power) sin ser plenamente roqueras y que gozan de una belleza un poco distinta de los cánones tradicionales, una forma de ser que permite ser femenino y tierno a la vez que decidido e insolente (no estamos hablando que femenino y decidido deban ser elementos dicotómicos), de esas mujeres que las ves de equipo deportivo y te impresionan igual que a una mujer vestida de fiesta.
Criminal, de Fiona Manzana: http://www.youtube.com/watch?v=2ZbtLzG30Kw
Rebel Rebel, por Cat Power: http://www.youtube.com/watch?v=ObpG_hIJa-A

Ameliè
Nuevamente, un personaje ficticio ocupa un lugar en la lista. No estamos hablando de Audrey Totou, estamos hablando específicamente de Ameliè. Siempre la he interpretado como una de las ediciones de la Maga de Cortázar, pero en un París mucho más colorido y afable que el de Rayuela. La forma de actuar de la actriz, enfocándose más en los gestos que en las palabras irradian al personaje de una cierta gracia que conservaban las actrices del cine mudo, aquellas de rostro pálido, cabello de playmobil y ojos gigantes y negros.
Uno termina enamorándose tanto del personaje que posiblemente esto mismo consista en uno de los mayores errores en la carrera de Totou: nunca permitiremos que deje de ser Ameliè, ella lo seguirá siendo por más que actúe en el código da Vinci o por más que interprete una meretriz robótica del futuro con traje de papel metálico y metralletas en vez de piernas.
http://www.youtube.com/watch?v=jM1mXNKKDU4

Isabel “Coca” Sarli
A la Coca ya le he dedicado un post entero, por lo que me resulta difícil agregar algo más de lo dicho. La adolescencia de muchas generaciones ha pasado por el mismo rito de iniciación de verla bañarse una y otra vez. Representa dentro de la lista, el culto a la exuberancia y las pasiones, como una Venus de Milo mucho más pulida y refinada (aunque ésta en realidad representa más a la fecundidad que a esos dos adjetivos anteriores). Más allá del tejido adiposo gloriosamente distribuido, a pesar de la cantidad considerable de malos filmes en que actuó y los papeles morbosos que llegó a interpretar, hay algo de candidez en todas sus actuaciones, algo parecido a la indiferente y pueril Anita Ekberg jugando en la Fontana di Trevi (aunque en esta última hay un decidido y consciente intento del director a expresar este punto). Lo de la Coca es distinto, quizás por aquella misma fallida técnica actoral que la convierte en algo único en la historia del cine: una mujer que puede ser una ninfómana sin dejar de preservar su inocencia.
http://www.youtube.com/watch?v=mew207LsP9U

Penélope Cruz en “Volver”
Nunca me gustó la Cruz, no es de mis actrices favoritas, no soy un gran fanático de Almodóvar y ciertamente detesto esa espantosa pronunciación suya en sus filmes yanquis (“disis páshionfud”). Sin embargo, en esta película su belleza es abrumadora, tanto que pienso que Almodóvar debe haber hecho alguna cofradía con el diablo y diseñado la película, el guión y el storyboard exclusivamente para mostrar de la forma más perfecta y violentamente avasallante la belleza de esta actriz. Pocas veces he visto un intento tan descarado (y logrado) de mostrar la belleza de alguien por encima de toda la película, las tomas y el argumento (a no ser “Al diablo con el diablo” con Liz Hurley).
http://www.youtube.com/watch?v=HbVhWhCrRKs

Bárbara Lombardo
Con toda la cantidad de acrices argentinas que tenía a mi disposición, pudiendo elegir entre Karina Mazzoco, Romina Gaetani o Araceli González, ¿por qué elegí a Bárbara Lombardo? Tampoco sabría explicarlo, quizás pregúntenle a esos ojos tan expresivos y a la vez tristes que contrastaron en una serie tan vacua como Doble Vida. Esperando verla actuar en el buen cine argentino.
Solo conseguí esto: http://www.youtube.com/watch?v=TEKkYVfSuH4



Ana Torrent
¿Se puede enamorar de una niña? No lo sé precisamente, pero aquel papel de Ana Torrent en “Cría Cuervos” siempre se quedó estampado en mi mente. Por ahí me saltarán los del INAME con horquetas y antorchas encendidas, pero la apreciación no es muy diferente del amor mucho más incestuoso de aquellos que se enamoraron de Natalie Portman en “El perfecto asesino” o de los que solían babearse con Celeste Cid en Franco Buenaventura o Luisana Lopilato en Rebelde Way. Obviamente, estamos hablando de un amor de meta inhibida, es decir, de auténtico cariño. La niña actúa de manera asombrosa, y su performance no desciende tampoco en “El espíritu de la colmena”. Un aire extraño como proveniente de una húmeda y oscura habitación invade los dos filmes, y aquellos ojos gigantescamente negros enmarcados en el lienzo tan pálido de su rostro se adaptan y respiran dentro de cada toma. Cría Cuervos tiene como un sótano a cuyo acceso tenemos vedado, pero del que escuchamos sonidos y voces que no logramos del todo identificar. Tiene una estructura que combina lo circunstancial y profundo como los recuerdos de Tarkovski estampados sin filtro en “El espejo”, quizás por los años de franquismo que circulan hipodérmicamente en casi todas las creaciones artísticas de la España de aquellos años, e incluso posteriores (entiéndase la colmena como aquel universo detrás del vidrio esmerilado que representa una sociedad enfrascada sobre sí misma para evitar el contacto directo con el turbio escenario político de aquella época). Sea como sea, Ana Torrent fue el ser mediúmnico idóneo para tal labor y lo logró hacer de una manera que le resulta a uno imposible de olvidar. Tiempo después la vi en Tesis, con unos veinte años encima, pero no es lo mismo, Ana Torrent fue y seguirá siendo aquella niña que canta “Por qué te vas” de aquella manera tan taciturna mientras mira las fotos del álbum.
http://www.youtube.com/watch?v=25ckdkg1xCw

Paz Lenchantin
Ahora sí, esto si es un misterio. ¿Cómo es que entra en la lista la bajista argentina integrante de A perfect Circle? Sí, tengo uno de sus discos en mi haber, pero no tengo el fanatismo por esta banda como por ejemplo con Sonic Youth. Es una chica mona (como diría cualquier tía o madre) pero su belleza no llega al nivel de exuberancia de Cardinale, Seberg, Connelly, Belucci. Y además de esto, el material fílmico y fotográfico de ella es tan reducido como la atención que suele prestarse a los bajistas que no se llaman Pastorius o Popo Romano. En fin, quizás, la clave de su entrada en la lista radica precisamente en eso, su conocimiento reducido a breves apariciones en clips que la convierten en una especie de fetiche más que cualquier explicación metafísica o estética.
http://www.youtube.com/watch?v=auwDHmK9CGk

Tuesday, June 05, 2007

Necrófilos (extraído de revista Dodo, para conseguirla contactarse en http://dodorevista.blogspot.com)
Necrofilia: orientación sexual por una atracción libidinal hacia los cadáveres. La palabra proviene del griego νεκρός (nekros “cadáver” o “muerto”) y φιλία (filia; “amor”).
Estoy escribiendo esto mientras escucho Exit Music (for a film), una pequeña obra maestra montada en un escenario vacío y sombrío, con la voz de Thom Yorke como verdadero Virgilio en un infierno muy distinto al que conocemos. Es una sensación abrumadora y a la vez hermosa, tan abrumadora y hermosa como la escena del teatro El Silencio en Mullholland Drive… “no hay música”... Se termina Exit Music… “we hope/that you choke/that you choke”… me saco los audífonos y distante desde el escritorio escucho las guitarras introductorias de Let Down, como quien escucha aquellas cumbias lejanas vomitadas de automóviles tuneados, que surcan la rambla a noventa por hora. A sólo una cuestión de clicks, con machete en mano por la maleza de carpetas que ahogan mi pc, llego a destino. Doble click. Se abre la ventana del Winamp, emergen unas guitarras edulcoradas, con aquella cejilla sorda que tanto caracteriza al reggae y el ska. La voz de un hombre, definitivamente moreno comienza a cantar: “wake from your dreams/the drying of your tears/today we escape/we escape”. El teatro húmedo y frío en el que estaba, de un momento a otro es demolido, para ser suplantado por un parador tropical, en donde las palabras antes tortuosas de Thom Yorke se descomponen como la carne al calor. A cambio de la oscuridad, de aquel sintetizador tan saturado y misterioso, se nos ofrece la brisa, el golpeteo de las olas, la arena en los pies… en pocas palabras…música para fumetear o beber un daikiri. Estoy hablando del disco “Radiodread” del grupo Easy Star-All Stars, un grupo que se dedica a “tunear” (en todo el sentido merza del término), temas a un sonido reggae más digerible y relajado.
A la par de este fenómeno, los discos Bossa´n Stones, Bossa´n beatles, Bossa ´n jazz, Bossa´n Pepe Guerra, inundan las disquerías, con gente dispuesta a gastar su último céntimo para tenerlos, dígase dueños de restaurantes para yuppies, amas de casa fanáticas del feng sui, estudiantes estresadas y hombres de negocios sin la suficiente cantidad de plata para pagarse unas vacaciones a Jamaica. La historia llega al colmo, y los vientos australes traen el año pasado como un camalote a este colectivo, dispuesto a llenar cuantos Gran Rex sean necesarios para chillear –entiéndase “tranquilizar”- al pueblo bonaerense con sus dulces melodías (claro, a un precio aún sin estpular en ticketmaster). Luego me entero de que también habían andado por acá, por lo que quiero creer que la visita no tuvo mucha repercusión. Al mismo tiempo, las canciones más escuchadas (y como canciones más escuchadas, más insoportables) del verano boreal no son otras que afanes, o en su eufemismo, mash ups de canciones viejas y ochentosas como es el caso de Hips don´t lie, de Shakira, o el 80 por ciento de los hits de los Black Eyed Peas. Se sabe bien que el hip hop es un conocido funebrero en el terreno musical, exhumando miembros y esqueletos de antiguas canciones, para construir sus propios golems, autómatas que tienen un efecto más o menos positivo o renovador, dependiendo del artista. Claramente, sería difícil concebir al hip hop sin aquella línea de bajo de Chic, que forjó como acero hirviente a la cadencia del género desde sus comienzos. Pero estamos hablando de otra cosa, algo mucho más perverso que el “Come with me” de un boludo que puede aparecer desde en Imagine hasta en Kashmir. Antes, el cover o el mash up era una reinvención de lo viejo, un monumento, como le gustaría llamar a los psicólogos sociales de línea foucaltiana o eiriana (si es que hay una línea que pueda llamarse así). Nos podía resultar ingenioso hasta cómo los Ramones destruían un tema tan emblemático como What a wonderful world. Podía ser herejía, resultar completamente fallido, pero no dejaba de ser algo personal, o al menos se derrumbaba en aquel intento. Sin embargo, hoy en día abunda otro tipo de música, entre los cuales podemos destacar “The Dub Side of the Moon”, “The grey album” (mezcla de los Beatles y Jay Z), incluso en las versiones cada vez más ladris de Hey Jude, cantada en mega espectáculos benéficos –entiéndase demagogos- como el Live 8. En una sociedad donde el valor de cambio y el capital simbólico es lo imperante, ya la música ha dejado de ser un fin en sí mismo, para convertirse en un medio, un medio para quedarse tranqui, para fumarse un porrito, para andar con el auto a cien, para poner un bar, para quedarse chilled, para levantar minas, para hacer pilates. Parecería como una infección maligna de la New Age subiéndonos desde los pies hasta el cuello. Uno va a la disquería como quien va a un supermercado o una farmacia para comprarse un relajante muscular, un exfoliante o una crema antihemorroidal. Los músicos no importan realmente, sino más bien el producto, “sí, esta canción de estos pibes, rolling no se que, está todo bien, pero esta medio densa, no me gusta como grita el pibe ese, mejor le ponemos la voz de una mina y marimbas para poder escucharla en la oficina”. Sin esta lógica de sentido sería inconcebible la existencia de grupos como Enya, Era o Secret Garden.
Uno realmente pensaría si es una nueva lógica de sentido o si realmente la inspiración no es una fuente que cada vez tiene menos contenido nuevo para sacar. Pasa en el ámbito local, donde los grupos que se autoproclaman mod apenas se limitan a sacar elementos superficiales de músicos como Velvet Underground, o en el peor de los casos, terminan por convertirse imitadores de los imitadores de este tipo de grupos. Y por otro lado, en el sector agitador y tribunero tenemos a Brancchiari en ese experimento maligno de la demagogia que es cantar el himno nacional (al pie de la letra) en el Pilsen Rock.
Más allá de la música incluso, en el cine no se ven más que lamentables refritos de series como el paradigmático caso de la triste Dukes of hazzard, secuelas como Los Angeles de Charlie 2 (penoso, muy penoso), formulas infalibles de best sellers como lo fue El código Da vinci, comics adaptados a películas (la única que se salva es Sin City de Robert Rodríguez), y hasta series argentinas como Matrimonio con hijos, suplantando al legendario rasca-huevos que fue nuestro querido Al Bondy por un idiota y quejoso personaje interpretado por Guillermo Francella. Como última y aborrecible perversión de nuestra actualidad, en las librerías se venden nuevos libros de bolsillo que son adaptaciones a escrito de películas de alta taquilla. Algo sin precedentes hasta entonces, cuando el orden solía ser inverso.
Por otra parte, al mismo tiempo, los discursos de la izquierda y la derecha cada vez se parecen más entre sí, cada vez se vuelven más totemistas. Los movimientos revolucionarios uruguayos se quedan con las figuritas viejas de un Marxismo para un mundo muy distinto al de aquella Inglaterra (ni siquiera Rusia) industrial en la cual se inspiró el referente. Hay gente de veinte años que se llega a forjar falsos recuerdos, llegando a creer que realmente vivió en períodos dictatoriales, cuando, durante aquellos años, en el mayor de los casos, estaba más pendiente de los Thunder Cats que de la militancia.
Como si yacieran regados por el terreno los cuerpos de antiguas ideas exitosas, sin consuelo profanamos los sepulcros y robamos los cadáveres, intentando arrancar un poco de placer de la última gota de vida que le queda a aquel fiambre, tal como el extasiado personaje de “Los Amantes Muertos” (H.P. Lovecraft). Y así se exulta nuestra tendencia necrófila irrefrenable, casi un fetiche por la carne podrida de nuestros más inspirados artistas y líderes del pasado, carne que no sólo la comemos o la ultrajamos, sino que nos sirven de misma indumentaria, para abrigarnos de este frío invierno creativo. En la morgue todavía nos quedan unos cuantos cuerpos desnudos para consolarnos por esta noche, pero sin heladeras ni la luz de nuevas ideas, es imposible saber cuánto van a durar para nosotros, antes de que todo apeste a carne podrida. Sólo queda intentar escuchar entre las marimbas, el graznido de las gaviotas y la brisa tropical, la voz de un Thom Yorke náufrago que todavía se escucha lejana, como intentando volver de altamar.